lunes, 3 de agosto de 2009

El Reencuentro

Camino entre la gente sin caminar, vivo sin respirar, y lloro sin derramar lágrimas. No se en que momento de mi vida llegue hasta donde estoy, pero estoy consiente en que quizás no lo he hecho lo mejor posible, pero…solo lo hice lo mejor que me fue posible hacerlo.

Me levanto de mi cama, después de un largo tiempo sin hacerlo, voy hacia el balcón de mi habitación y me doy cuenta que el mundo continua, que para el mundo yo solo soy una persona más, mi alma esta herida y lleva mucho tiempo así, confié en que le tiempo la sanaría pero ya no puedo esperar mas por algo que quizá nunca pasará. Me visto, y salgo de mi casa, todavía sin un rumbo definido pero con solo un propósito, el poder olvidar.

Sigo caminando y me parece que llevo varias horas realizando esta acción y estoy tan cansada, pero sonrío, ya casi lo siento, ya casi llego a mi destino mientras que mi alma va llorando internamente. No voy a llorar, lo prometí, pero es casi imposible, por mi mente pasan las imágenes que he vivido en toda mi vida, como si fuera una película que pasara frente a mis ojos, es una película que seguramente nadie quiere ver porque es de esas que el final es muy triste y te pones a llorar al verlo, el tipo de película que el final te deprime. No importa cuanto quiera evitarlo lo inevitable, no importa cuanto quiera lo inalcanzable, al final de la historia solo importa las noches que he pasado en vela esperando tu regreso, pero eso nunca sucedió ni sucederá, simplemente porque es imposible.

No quiero manchar a nadie con mi tristeza; no quiero pintar una bandera con mi dolor; no quiero estar como estoy.

Falta tan poco, ya casi puedo ver la entrada al paraíso, solo dos cuadras más y me habré liberado, pero todavía estoy pensando en lo que fue mi vida a tu lado, y no puedo hacer otra cosa mas que dar las gracias a una persona ahora inexistente por compartir tan pocos años junto a mi. Veo lo que se suponía que debía ser nuestra vida juntos y me horrorizo viendo en lo que termino, pasan las personas a mi lado y las pocas que se fijan en mi me ven con pena, pero yo no quiero la pena de nadie, no me hace falta.

Una cuadra más y habré completado mi misión, ahora veo lo que se suponía que debía de ser nuestro final, juntos tomados de la mano ya ancianos, pero el vació en mi pecho palpita y me dice que nosotros no podemos controlar el futuro, y me digo a mi misma que estoy solo a cinco pasos de haber alcanzado la gloria, pero mientras entro a ese lugar pasan las imágenes de nuestro accidente y lo veo todo tan claramente que siento que hasta lo estoy volviendo a vivir.

Listo, ya estoy aquí, juntos nuevamente y esta vez para siempre. Me arrodillo frente a una fría lapida que lleva tallada su nombre, y solo puedo ver el anillo que llevo en mi mano izquierda con la tonta esperanza que eso te traiga de nuevo; me digo a mi misma que esto solo puede terminar matándome, pero yo ya me siento muerta desde el día en que él se fue.

Así que me acuesto en el césped y veo el cielo, esta a punto de caer una tormenta, así que solo me pongo de lado mirando la lapida y tomo mis piernas con fuerza en un intento tonto de no sentir en frío, después de un tiempo me doy cuenta que ya no siento nada, ni siquiera las lagrimas que corren por mis mejillas, me reprimo a mi misma y dejo de llorar, eso esta mal, yo prometí no hacerlo. “No rompas mi corazón, no rompas mi corazón” es todo lo que me repito internamente, pero que caso tiene pedir que no rompan un corazón que ya esta roto.

Siento las gotas de agua en mi rostro, ya comenzó la lluvia, pero no me muevo, es mas me quedo mas quieta que nunca, tratando de disolverme con ellas y así desaparecer de una vez por todas, hasta este momento no me había dado cuenta que tenia tanto sueño así que cierro los ojos tranquilamente y solo veo su rostro detrás de mis parpados, recapitulo lo que ha sido mi vida desde que lo conocí accidentalmente en una cafetería hasta aquella mañana de otoño, y me doy cuenta que nunca antes había sido tan feliz como lo hice con el hombre cuyo cuerpo se encuentra varios metros bajo tierra, y su alma en el cielo. Caigo en un profundo sueño y lo veo a él, sonriéndome como siempre y con sus brazos extendidos hacia mi, corro a su encuentro y lo abrazo fuertemente, mientras el me susurra en mi oído “Juntos por siempre”, sonrió feliz después de tanto tiempo mientras siento como mi alma abandona mi cuerpo lentamente, con un suspiro fallido me dejo ir.

Ya no mas dolor, ya no mas noches en vela, ya no mas recuerdos, solo…el reencuentro.


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Hola!...quiero agradecer a todas por sus comentarios y quiero que sepan que me hace muy feliz que les guste lo que escribo =D jejeje...bueno en fin espero que les guste esta historia, la escribi en una etapa de mi vida muy triste pero por lo menos algo bueno salio de esa experiencia, es raro porque es la unica historia que he escrrito de este modo, como una historia, ya que yo escribo acerca de los sentimientos, de algunas emociones, pero supongo que dentro de esta historia hay muchos sentimientos en su mayoria tristes pero muy profundos.
Espero que les guste.
Besos
Valentina.

3 comentarios:

  1. mi niña esta muy lindo, sigue con tus notas, las amo son muy bellaas...
    y sonrie siempre que puedas porque la vida es un regalo que se nos da a cada uno de nosotros...

    Jen...xD!!!

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  2. Cielos!!!

    me llego.. hondo ..... muchos sentimientos desbordados!! el dolor.. la pena.. la tristeza... muy triste...

    me encanto.. sencillamente escribes genial y dicces ke no escribes mucho asi... pues wow.. este te kedo muy bien ^^

    Muchisimas gracias por tus comentarios y por tener el detallaso de pasar a leerme ^^

    y pues aki andamos leyendonos ^^ continua escribiendo asi.. la vdd es ke lo haces muy bien.. =)

    cuidate y besitos ^^

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  3. mi niña, ya esta el 3 er capi, para que lo veas y me digas como esta...
    te quiero gracias por todo y cuidate¿si?

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